miércoles, 26 de abril de 2017


Hambre en La Guajira

Jamu (el hambre) persigue y atormenta a los wayús arrojando flechas sobre sus huellas. Ha llevado a la tumba a 4.770 personas en los últimos 8 años y 34.000 están desnutridas. La etnia hizo el censo de sus penurias para llamar la atención del Gobierno y del mundo. El fantasma de la escasez y de la miseria convive con sus habitantes en esa gran nación ubicada en la parte más septentrional de la América del Sur, en territorio colombiano y venezolano ya que les estan vulnerando bastantes derechos de bienestar social y la seguridad social
Las mujeres, dueñas de una tradición culinaria excepcional, hoy se lamentan porque sus fogones están apagados. Por generaciones prepararon en ellos yajaushi (mazamorra espesa de maíz, leche y sal), yaja (especie de bollo de maíz acompañado de carne de chivo fresca), las arepas de pulpa del cardón o el yosu, cuya fruta llamada igüaraya tiene gran cantidad de proteínas. Históricamente estos alimentos fueron la base del sustento de la etnia; pero la escasez de agua ha hecho que estas tradiciones se pierdan y con ello lleguen el hambre y la desnutrición.
Cuando la sequía no está presente, el desierto es el rey de una producción de süchon (frutos) que crece en la gran nación wayú. En los meses de septiembre y octubre, y hasta finales de diciembre se extiende el periodo de lluvias, el cual es aprovechado por los wayús para sembrar. Durante este lapso, parte de la dieta indígena se compone de ahuyama, sandía, fríjol, y la recolección e ingesta de frutos del bosque, entre otros.
El pueblo crece y se extiende con sus problemas. Hay alimentos esenciales en la vida wayú que tienen dificultades para su producción en un medio desértico sin lluvias y que son reemplazados en el mercado alijuna (el de la gente blanca). Se dejó de sembrar y procesar la caña de azúcar, el ajonjolí, el maguey. Y es creciente la compra en el mercado de productos como arroz, pastas, manteca de cerdo, gaseosas. Este es uno de los mayores problemas de la dieta actual wayú, por su enorme aporte en carbohidratos y calorías, en detrimento de proteínas, vegetales y vitaminas.